jueves, 13 de febrero de 2014

Perdón por compartir, gracias por reservártelo


Jesús Castillo

El amor siempre va a ser una emoción comercial en el cine y más si la mezclas con comedia y sexo. Inmediatamente se piensa que aunque no será la mejor película, al menos te divertirás un rato y a partir de esto, las salas empiezan a llenarse; pero desgraciadamente no se puede dar un aviso previo de que puedes estar entrando a ver una de las peores comedias románticas que vas a ver en la vida. Tal cual sucede con la ópera prima “Gracias por compartir” del guionista Stuart Blumberg quien funge como director, donde se narra la historia de tres adictos al sexo que tienen que lidiar con los problemas personales/sociales que esto les trae y lo único que los fortalece o une es su grupo de ayuda.
         En un principio la historia llega a ser convincente y en realidad quieres saber cómo es que estos personajes sobreviven en una de las ciudades más sexuales del mundo: Nueva York. En los primeros minutos de la trama se crean los antecedentes e identidades de los personajes principales y lo hacen muy bien, sin embargo, cuando ya conocemos todo sobre ellos, la historia se vuelve completamente predecible y por lo tanto aburrida. Hay además otros factores que dificultan el mantener los ojos abiertos como lo son los diálogos. A diferencia de películas como “Perros de reserva”, donde mucho tiempo se emplea en diálogos pero dinámicos y entretenidos acompañados de movimientos de cámara o planos justificados que le dan buen ritmo a lo que ocurre, en
“Gracias por compartir” se ponen conversaciones lentas donde se dicen cosas que no alimentan en nada a la película y peor aún, no hay movimientos de cámara sino que los planos fijos son los que predominan, lo que ocasiona que te sientas encerrado en un cuarto sin poder salir y gracias a todo esto, hay muchas escenas que pueden ser omitidas y la película se puede contar bien.
         En cuanto a las actuaciones, los motivos de los personajes son claros pero no convincentes, es decir, sabemos lo que quieren pero la manera en la que lo demuestran dice lo contrario. Una adicción es algo que en realidad destroza a la persona y la ansiedad parece carcomerlo, pero esto no se ve plasmado con los actores pues pareciera ser que apenas y van comenzando con el problema. No transmiten del todo el dolor o la impotencia de ser adictos. Por otro lado, se dice que el protagonista es Mark Ruffalo (Adam) pero en algún punto de la narrativa cambia a Josh Gad (Neil) quien al parecer fue el que más hace conexión son su papel y con el público pues Mark se presenta en un estado neutro todo el tiempo, no demuestra con claridad los cambios de ánimos como si no sintiera  o le importara nada.
         Aunque “Gracias por compartir” pretende ser una comedia romántica, el director y guionista no supo manejar bien el tiempo y lo llenó con escenas forzadas que encaminan a la película a ser un drama donde se pierde la dirección y no se sabe si se trata sobre el manejo de la adicción en sí o sobre la vida romántica/personal entre el reparto.

Gracias por compartir (2012)

Dirección: Stuart Blumberg
Guión: Stuart Blumberg y Matt Winston
Fotografía: Yaron Orbach
Reparto: Marck Ruffalo, Tim Robbins, Gwyneth Paltrow, Josh Gad, Joely Richardson, Pink.
Fuente: http://www.homocinefilus.com/critica-gracias-por-compartir-de-stuart-blumberg/

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