Igmar Bergman, considerado como uno de los directores de cine clave de
la segunda mitad del siglo XX y claro uno de los cineastas más
importantes de la cinematografía mundial.
Tras el análisis de 5 de sus más grandes trabajos; “Escenas de un matrimonio”, “El séptimo sello”, “Fresas salvajes”, “Fanny
y Alexander” y “Persona”. Bergman se
puede caracterizar en su estilo, que tiene una narrativa
visual muy lenta, con un montaje y una secuencia de planos fuera de ritmo, esto
con el fin de lograr en el espectador, un suficiente tiempo de reflexión y análisis
de sus obras. En lagunas de las dichas obras
la narrativa lenta es la fuerza de la película, ya que cuentan mucho sin mostrar tanto, como es el caso de “Persona”.
El poder de sugestión. sin embargo tal lentitud hace que las actuaciones de los
personajes resalten más y se pueda apreciar mejor ese trabajo como tales. Otra de
las características principales es su estética fílmica, en otras palabras la
limpieza de las imágenes, que va de la mano de la fotografía de las películas. Donde se muestran escenas
sobrias que en verdad cautivan al espectador gracias las actuaciones y la iluminación
que utiliza.
En la mayor parte de las
películas vistas, Bergman crea personajes los cuales van evolucionando pero sobre ellos mismos,
los cuales van por trayectorias que los
reconducen hacia sí mismos, hacia su propia alma, hacia su propia conciencia. En
algunas ocasiones estos juegos de personales de los personajes llegan a conflictuar
al espectador en base a la continuidad o desarrollo de los mismos y de las
escenas. Incluso llegar a apoderarse del espectador llevandolo a una
experiencia personal e inquietante. Todas estas trayectorias de superación o evolución
de los personajes en algunas veces termina en la locura o en la muerte, en
otros en un estado de gracia o simplemente llegar a comprender más sobre su realidad, en la cual recapacitan y
modifican el curso de sus vidas.
Por otra parte, la sexualidad
es un punto importante, ya que se puede ver en todas sus obras como se hace
notar ese deseo carnal. En donde las cosas se llaman por su nombre y se habla
sin censura sobre la relación sexual entre los personajes, como es el caso en “escenas
de un matrimonio” entre el matrimonio
protagonista con el vocabulario que manejan sobre sus relaciones sexuales. Otro
ejemplo es en “Persona” al mostrar un pene rápidamente al inicio de la película,
o ese encuentro que tiene la
protagonista con otra mujer.
La transmisión de esos
estados de conflicto interno de sus personajes, originan historias angustiosas,
como pocos directores de cine han podido comunicar a su público, y éste es el
mayor logro de Igmar Bergman. Un poco lentas sus obras, sin embargo perfectas
para reflexión y la observación.
por: max volquarts
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