La aceptación personal
Título original: The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert
Año: 1993
Duración: 102 min.
País: Australia
Guión: Stephan Elliott
Música: Guy Cross
Fotografía: Brian J. Breheny
Las aventuras de Priscila, la reina del desierto
Las aventuras de Priscila, la reina del desierto es una película bastante peculiar, ingeniosa y original debido a que nos narra el viaje que realizan Felicia, Mitzi y Bernadette; dos Drag queens y un transexual que a bordo de un camión ( llamado Priscila, la reina del desierto) emprenden un viaje hacia Australia con el motivo de presentar un show de cabaret en el Hotel de Alice Springs. Al lograr realizar este show, no sólo lograron llegar ahí sino que también, lograron afrontar tanto sus problemas entre ellos como los personales.
Esta película aunque de primer momento pudiera parecer controversial considero que trata una historia de muy buen modo, donde si se identifica el género de comedia pero al mismo tiempo drama y toca valores como la aceptación, el respeto, el valor y la afrontación a la toma de nuestras decisiones.
Uno de los elementos que dieron gran apoyo al desarrollo de esta película fueron los actores: Terence Stamp, Hugo Weaving y Guy Pearce , quienes se desenvuelven de una manera muy natural dentro de su papel y cada uno se identifica y caracteriza de forma única. Es importante reconocer que papeles como estos y principalmente en la época en la que fue filmada esta película no eran fáciles de aceptar o interpretar por lo tanto eso también genera impacto dentro de esta.
El vestuario que conforma a cada personaje se muestra de manera muy interesante y llamativa lo que marca más como es cada uno de los personajes y sus ideas, con este tipo de detalles podemos analizar si el guión logra reflejarse en la historia y la descripción de cada personaje.
Otro elemento que podemos identificar en este guion es la circularidad y cierre con los que cuenta, es decir, que así como la historia comienza con Mitzi como una drag queen infeliz y desanimada, cierra con un cambio en su actitud pues termina en el mismo lugar pero con energía, alegría y ánimos de continuar, todo esto gracias a que afronto el hecho de tener un hijo siendo que su preferencia sexual era por los hombres.
Y por último me gustaría agregar la observación de que el director y el guionista fue Stephan Elliott, lo cual brindó la oportunidad de que el director supiera que era lo que realmente pedía el guionista debido a que era la misma persona.
Andrea Muñiz Alamilla
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