domingo, 17 de febrero de 2013

Les Miserables (2012)


La última película de Tom Hooper, director del Discurso del Rey, es nominada al Óscar a la mejor película. Los Miserables, no está basada directamente en la obra de Víctor Hugo sino en el musical con el mismo nombre. Es una película que trae toda obra teatral a la pantalla grande. Quien se queje que esté toda cantada no entiende el fundamento mismo del largometraje.

Los lugares en los que se filmó son escenarios que, aunque muy cuidados, dan un aire de escenario teatral. Al mismo tiempo que parece divido en actos. Son secuencias largas en el mismo lugar. Del mismo modo que en teatro no se puede estar cambiando de escenario cada tres minutos, en la película se hace lo mismo. Un aspecto muy interesante que hace que vivas esa experiencia teatral es el hecho de que se grabó la voz de todos los cantos en vivo. No se pre grabó. Las voces no son las mejores pero expresan más sentimientos que en cualquier otra que se usa playback. Los protagonistas en realidad se dedican a actuar mientras cantan. Esto le da un toque de realismo. No realismo de la vida ordinaria y normal, sino el realismo del teatro. Es muy interesante que en las canciones no siempre se lleva el mismo ritmo ya que al estar actuando mientras cantan, agregan silencios, alargamientos de notas que no aparecerían en una canción grabada en estudio.

Es interesante cómo la iluminación también llega a ser algo teatralizada. Sobre todo en las noches. Todo está diseñado para hacer esa fusión de teatro con película. Creo que es una decisión inteligente que fundamenta el por qué es toda cantada, incluso diálogos sencillos. Si lo hubieran querido hacer como cualquier otra película, hubiera sido incoherente el concepto.

El guión está sumamente apegado al mismo guión del musical de teatro. Son los mismos productores y escritores. Esto permitió que la experiencia de la afamada obra se plasmara en el largometraje. La historia se desenvuelve ágil y con un ritmo que te permite disfrutar a pesar de tan larga que es. Hace un juego muy interesante en la tensión. Va estirando y luego suelta con un poco de comedia. Dado que la obra es sumamente dramática (no por nada se titula Los Miserables) era necesario esos momentos de distención. Va cambiando de momentos tristes, amorosos, cómicos, bélicos.

Me parece una película que adaptó fielmente la obra. Que, aunque no se puede decir que la supera que es otro género, la música, actuaciones y escenarios son mejores a lo que se ve en el teatro.

Por Adrián Gutiérrez

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