Jesús Castillo
La novela escrita por Mary Shelley “Frankenstein” es una de
las obras más importantes dentro del ámbito literario. A parir de ésta se han desarrollado
parodias, series, caricaturas, personajes basados en el monstruo, entre otras
cosas; pero la más reciente es la nueva película adaptada “Yo, Frankenstein”
dirigida por Stuart Beattie. En ella se presenta el punto y aparte de la idea
original, es decir, se expone lo que sucedió después del final del libro cuando
Víctor Frankenstein muere en el polo norte tratando de asesinar a su creación.
La película en
sí comienza con un toque prometedor al mencionar que la historia no termina
ahí, sino que apenas es el comienzo. Esta “aberración” es uno de los íconos más
famosos dentro de la ficción y el que te vayan a presentar cómo es que siguió
su vida capta tu atención, lástima que durante el proceso rompan con todo
prestigio que Shelley se había creado. Digo esto por varias razones: la primera
es el maquillaje, el cual es tan malo que le da un toque de “Power Rangers” a
los villanos y por ende pierdes credibilidad de sus malignas intenciones para
conquistar el mundo. Aunque la idea de posicionar la obra clásica en tiempos
modernos es buena, los villanos que se utilizaron no le dieron mucha ayuda a la
producción y la volvieron aburrida, ya que eran ellos quienes supuestamente
impedían que Adam (como hicieron llamar al monstruo de Frankenstein) cumpliera
con sus objetivos, pero se morían tan fácil y rápido que no podías disfrutar de
una buena secuencia de acción.
En cuanto al guión, se perciben
situaciones contradictorias de lo que se dice con lo que se hace, como fue el
caso de la discreción. Al protagonista se le pidió mantenerse de incógnito para
no llamar la atención de los humanos pero durante toda la película, las
gárgolas vuelan y luchan contra los demonios por toda la ciudad sin que nadie
los note. Otro aspecto que desfavoreció a esta historia fue su antagonista. El
actor elegido simplemente no transmite miedo sino risa. Aunque su plan por
hacer resurgir un ejército de demonios suena “aterrador”, no parece como si en
realidad quisiera conseguir su misión. Durante toda la trama pareciera que
están jugando a las “pegadillas” con el libro pero en el ínter no ocurre nada
nuevo o que genere tensión en el espectador gracias al modo tan inmediato en el
que suceden las cosas. Tan es así, que durante la pelea final que se supone es
el clímax, no hay ningún enfrentamiento directo o duradero, simplemente
asesinan al demonio y de la nada una enorme bola de fuego acaba con todos los
cuerpos que conformarían el ejército en lo que parece ser menos de diez
minutos.
Si hablamos de inversión y producción,
“Yo Frankenstein” supo manejar una iluminación adecuada más planos y
movimientos de cámara que, dejando de lado el montaje, a primera instancia se
ven bien resueltos; pero por más esfuerzo que invirtieron en la edición, la
manera de montar las secuencias no te deja con un buen sabor de boca de lo
rápido que se resolvió el conflicto, el cual se ve que se les acabaron las
ideas para concluirlo de una mejor manera.
Yo Frankenstein (2014)
Director: Stuart Beattie
Escritor: Stuart Beattie
Reparto: Aaron Eckhart, Yvonne Strahovski, Miranda Otto, Bill
Nighy, Jai Courtney, Socratis Otto.
Fuente: http://www.imdb.com/title/tt1418377/fullcredits?ref_=tt_ov_st_sm
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