martes, 5 de marzo de 2013

Manhattan


Director y Escritor: Woody Allen


Tal como una sinfonía, Manhattan se abre con una obertura. La secuencia no coincide con el inicio de una historia narrada. No se presenta a los personajes que estarán en la película ni da indicios de lo que será la historia. Son un conjunto de imágenes fijas, sin una referencia concreta temporal o que sigan una secuencia lógica. Se puede deducir que son las imágenes que corren por la mente de un escritor. Al crear cualquier tipo de obra, se nos llena la cabeza de imágenes, sentidos, etc. Es, a mi modo de ver, el modo como desea Woody Allen comenzar este largometraje.

Así, aunque sin decir nada realmente sobre la historia en la primera secuencia, parece que ya se está anticipando el modo como se va a narrar la historia, desde un punto muy subjetivo.

La narrativa que se lleva a cabo en está película no sigue el estilo clásico de contar una historia aunque el estilo de sus imágenes parece que lo van a conducir por el camino clásico cinematográfico. El clásico era construido en torno a un personaje principal y llevaba un proceso esquemático en la historia del mismo. En ésta, no sólo hay un personaje y no lleva una secuencia tradicional (ni siquiera tiene un final definido).

Analizando la película nos encontramos que el tiempo transcurrido en ésta es muy corto. Desde el inicio hasta el final no parece que no pasa más de un mes. El único detalle que te puede hacer ver que ha pasado más es el hecho de la publicación del libro. Las situaciones que se van dando cambian drásticamente de escena en escena. Muestra mucho el interior del hombre y cómo es capaz de cambiar de un momento a otro con gran facilidad.

Woody Allen es alguien que le interesa comunicar algo de modo especial y concreto. En ninguna de las dos deja a un lado esto. En Manhattan se habla del amor humano, del modo cambiante y subjetivo del hombre en sus relaciones. El protagonista, hombre que desea poseer todo tal como lo quiere (en este caso, especialmente las mujeres), está en un constante cambio de actitudes. Tal como comenzó la película, con un numeroso grupo de imágenes sin relación lógica, así va también, al parecer, su vida. Es un hombre impulsivo y nervioso que actúa instantáneamente al pensar algo. No lo medita ni reflexiona demasiado.

Woody Allen seguirá siendo un escritor y director creativo. Su aversión al cine “tradicional” americano, le ha dado un modo muy específico de hacer cine. Su huella es fácilmente perceptible en sus películas. Es un hombre de cambios, un hombre que ha querido cambiar el cine común por uno inspirado en el arte y en el amor. 

Por Adrián Gutiérrez

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