Director y Escritor: Woody Allen
Tal
como una sinfonía, Manhattan se abre
con una obertura. La secuencia no coincide con el inicio de una historia
narrada. No se presenta a los personajes que estarán en la película ni da
indicios de lo que será la historia. Son un conjunto de imágenes fijas, sin una
referencia concreta temporal o que sigan una secuencia lógica. Se puede deducir
que son las imágenes que corren por la mente de un escritor. Al crear cualquier
tipo de obra, se nos llena la cabeza de imágenes, sentidos, etc. Es, a mi modo
de ver, el modo como desea Woody Allen comenzar este largometraje.
Así, aunque sin decir nada realmente
sobre la historia en la primera secuencia, parece que ya se está anticipando el
modo como se va a narrar la historia, desde un punto muy subjetivo.
La narrativa que se lleva a cabo en está
película no sigue el estilo clásico de contar una historia aunque el estilo de
sus imágenes parece que lo van a conducir por el camino clásico
cinematográfico. El clásico era construido en torno a un personaje principal y
llevaba un proceso esquemático en la historia del mismo. En ésta, no sólo hay
un personaje y no lleva una secuencia tradicional (ni siquiera tiene un final
definido).
Analizando la película nos encontramos
que el tiempo transcurrido en ésta es muy corto. Desde el inicio hasta el final
no parece que no pasa más de un mes. El único detalle que te puede hacer ver
que ha pasado más es el hecho de la publicación del libro. Las situaciones que
se van dando cambian drásticamente de escena en escena. Muestra mucho el
interior del hombre y cómo es capaz de cambiar de un momento a otro con gran
facilidad.
Woody Allen es alguien que le
interesa comunicar algo de modo especial y concreto. En ninguna de las dos deja
a un lado esto. En Manhattan se habla del amor humano, del modo cambiante y
subjetivo del hombre en sus relaciones. El protagonista, hombre que desea
poseer todo tal como lo quiere (en este caso, especialmente las mujeres), está
en un constante cambio de actitudes. Tal como comenzó la película, con un
numeroso grupo de imágenes sin relación lógica, así va también, al parecer, su
vida. Es un hombre impulsivo y nervioso que actúa instantáneamente al pensar
algo. No lo medita ni reflexiona demasiado.
Woody Allen seguirá siendo un
escritor y director creativo. Su aversión al cine “tradicional” americano, le
ha dado un modo muy específico de hacer cine. Su huella es fácilmente
perceptible en sus películas. Es un hombre de cambios, un hombre que ha querido
cambiar el cine común por uno inspirado en el arte y en el
amor.
Por Adrián Gutiérrez
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